Oier Lazkano triunfa en la tercera edición de la Clásica Jaén Paraíso Interior

El campeón nacional español de Movistar Team se exhibe en los Caminos de Olivos.

El vitoriano Oier Lazkano firmó una inolvidable exhibición para anotarse la tercera edición de la Clásica Jaén Paraíso Interior. Vestido con el maillot de campeón de España, el rodador de Movistar Team entró en la fuga del día y doblegó uno por uno a sus rivales para hacerse con la victoria en la Ciudad Patrimonio de la Humanidad de Úbeda. Entre los favoritos, Wout van Aert (Visma | Lease a Bike) y Carlos Rodríguez (Ineos Grenadiers) se veían eliminados por problemas mecánicos. Bastien Tronchon (Decathlon Ag2r La Mondiale) y Jan Tratnik (Visma | Lease a Bike) completaron el podio de la prueba patrocinada por la Diputación de Jaén.

97 corredores tomaron la salida en la tercera edición de la Clásica Jaén Paraíso Interior, que unió las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de Baeza y Úbeda con un recorrido de 158,3 kilómetros. El bucle inicial de unos 50 kilómetros con Baeza y Linares como ejes, al cual se daban dos giros, deparó una larga batalla por la formación de la escapada, que tardó más de una hora en cuajar.

Fue en torno al kilómetro 50 que, acabada la subida a Ibros, cinco ciclistas se marcharon definitivamente del pelotón controlado por Visma | Lease a Bike. Igor Arrieta (UAE Team Emirates), Nicolas Prodhomme (Decathlon-Ag2r La Mondiale), Oier Lazkano (Movistar Team), Jefferson Cepeda (Caja Rural-Seguros RGA) y Alex Molenaar (Illes Balears-Arabay) remaron hasta construir una renta que alcanzó su cénit con los 5’00” registrados en torno al kilómetro 90 de recorrido, restando 68 para meta.

Fue a partir de entonces que arrancó la exhibición de un Lazkano desatado. Molenaar se descolgó en la última ascensión de Ibros a Baeza. Cepeda cedería en el primer Camino de Olivos, Cruz de Jaboneros (km 103; 3,7 km). Arrieta, por su parte, claudicó a 40 de meta, en el repecho que llevaba hasta el primer paso por Úbeda. En ese punto, el pelotón rodaba a 3’35” de cabeza, impulsado por Ineos Grenadiers toda vez que Visma | Lease a Bike perdió interés por la caza al descolgarse Wout van Aert por un pinchazo sufrido en Cruz de Jaboneros.

Una vez perdida la baza de Arrieta, UAE Team Emirates contribuyó a la labor del conjunto británico. Lazkano y Prodhomme vieron desplomarse su ventaja sobre la veintena de hombres que les perseguía en los Caminos de Olivos de Santa Eulalia (km 129,5; 2,3 km) y Guadalupe (km 132,6; 6,2 km), donde Carlos Rodríguez (Ineos Grenadiers) perdió comba por un problema mecánico.

Al inicio del cuarto y último Camino de Olivos, Virgen de la Salud (km 143; 5,7 km), el dúo cabecero mantenía un minuto de ventaja sobre el grupo de favoritos. Fue en este sector a las afueras de Baeza que Lazkano arrancó la moto para descolgar definitivamente a Prodhomme a 13 de meta, mientras un cuarteto con Tim Wellens (UAE Team Emirates), Bastien Tronchon (Decathlon Ag2r La Mondiale), Sepp Kuss y Jan Tratnik (Visma-Lease a Bike) se destacaba en su caza.

El guipuzcoano de Movistar Team encaró los 10 kilómetros finales con sólo 40” de margen que, gracias a su capacidad rodadora en un terreno favorable, se revelaron suficientes para asegurar una excelente victoria. En la pelea por el segundo puesto se impuso el francés Tronchon, mientras el esloveno Tratnik cerraba el podio.

DECLARACIONES

Oier Lazkano (Movistar Team): “La escapada se ha hecho tras más de 40 kilómetros, con varios grupos primero, cortes por el aire… Cuando tarda más de una hora en formarse, ‘promete’. Al final, el pelotón siempre está muy fuerte, y ha sido un pulso muy duro todo el día. Feliz de que el esfuerzo dé resultado. Es la primera victoria del año para mí. Siempre es bonito ganar aunque, como dije el año pasado en Burgos, ganar en España con este maillot de campeón nacional es más bonito todavía. Estoy muy orgulloso del trabajo de estos meses y contento de que dé frutos. En esos últimos quince kilómetros, cuando me he ido solo, no se piensa mucho. A 190 de pulso es imposible pensar, es todo pura agonía. Algún día me gustaría ganar más fácil (sonríe), pero nunca es sencillo».